¿Sabías que antes de Jesús, alguien ya había llamado a Dios "Padre" en la Biblia? ¿Te gustaría descubrir quién fue y en qué contexto ocurrió?

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TEOLOGÍA BÍBLICA

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El primer personaje bíblico que se refiere a Dios como "Padre" en un sentido colectivo es Moisés, a través de la revelación en el Antiguo Testamento, específicamente en el Deuteronomio. Sin embargo, este uso es distinto al de Jesucristo en el Nuevo Testamento, como explicaré a continuación.

1. En el Antiguo Testamento: Dios como Padre de Israel

En el Antiguo Testamento, Dios es descrito como "Padre", pero siempre en un sentido colectivo, refiriéndose a la relación de Dios con Israel como su pueblo escogido, y no de forma personal o íntima para individuos específicos. Veamos algunos ejemplos tempranos:

  • Éxodo 4:22: "Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito".
    Aquí, Dios se refiere a Israel como su hijo, lo que implica una relación paternal de protección y cuidado hacia la nación. No obstante, este uso es colectivo y no individual.

  • Deuteronomio 32:6: "¿Así pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? Él te hizo y te estableció".
    En este pasaje, Moisés describe a Dios como el Padre de Israel, enfatizando que Él es el creador y sustentador del pueblo. Este es uno de los primeros momentos en los que Dios es referido como "Padre", pero nuevamente es en un sentido nacional.

  • Isaías 63:16: "Pero tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, e Israel no nos reconoce; tú, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre".
    El profeta Isaías usa el término "Padre" para referirse a la relación redentora de Dios con el pueblo de Israel. Sin embargo, este no es un uso personal, sino que se refiere a Dios como el protector y redentor de todo el pueblo.

2. En el Nuevo Testamento: Jesucristo introduce un uso personal y único

Si bien en el Antiguo Testamento se encuentran algunas referencias a Dios como "Padre" en relación con Israel, el Mesías fue el primero en llamar a Dios "Padre" de una manera personal y única. Jesucristo no solo lo hizo en su propia relación íntima con Dios, sino que también enseñó a sus seguidores a dirigirse a Dios como "Padre", lo cual era una novedad en la época.

  • Marcos 14:36: "Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú".
    Aquí, Jesús se dirige a Dios usando "Abba", un término arameo que expresa una relación cercana, similar a "papá". Este uso de "Padre" es profundamente íntimo y único.

  • Mateo 6:9: "Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre".
    En el Sermón del Monte, Jesús enseña a sus discípulos a dirigirse a Dios como "Padre nuestro", introduciendo una nueva manera de oración y relación con Dios que no era común en el judaísmo.

3. La novedad en la enseñanza de Jesucristo

La enseñanza de Jesucristo de llamar a Dios "Padre" fue revolucionaria porque introdujo una nueva dimensión de intimidad y confianza en la relación con Dios. En el judaísmo del tiempo de Jesús, aunque se reconocía a Dios como creador y protector, no era común que los individuos se dirigieran a Él como "Padre" en el sentido personal que Jesús enseñó.

  • Juan 5:18: "Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el sábado, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios".
    Este pasaje subraya que Jesús se refirió a Dios como "Padre" de una manera que los judíos entendieron como un reclamo de divinidad.

Conclusión

Si bien Dios es llamado "Padre" de forma colectiva en el Antiguo Testamento, Jesucristo fue el primero en la historia bíblica en llamar a Dios "Padre" de manera personal, íntima y única. Además, el Mesías introdujo esta forma de dirigirse a Dios a sus seguidores, enseñándoles a acercarse a Él con la confianza y el amor que un hijo siente por su padre, algo que no era común en las oraciones judías de la época. Este uso personal e íntimo de "Padre" marca una diferencia fundamental en la manera en que Jesucristo entendió y enseñó la relación con Dios.

Aquí presento una selección de los versículos clave donde Jesús se refiere a Dios como "Padre", distribuidos por los cuatro Evangelios:

Evangelio de Mateo:

  1. Mateo 6:9 (Enseñanza sobre la oración):

    • "Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre."

  2. Mateo 11:25-26:

    • "En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó."

  3. Mateo 11:27:

    • "Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar."

  4. Mateo 26:39 (Oración en Getsemaní):

    • "Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú."

  5. Mateo 26:42:

    • "Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad."

Evangelio de Marcos:

  1. Marcos 14:36 (Oración en Getsemaní):

    "Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú."

  2. Marcos 10:17-18 (RVR1960):

    17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna?
    18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.

Evangelio de Lucas:

  1. Lucas 2:49 (Jesús como niño en el templo):

    • "Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?"

  2. Lucas 10:21-22:

    • "En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar."

  3. Lucas 22:42 (Oración en Getsemaní):

    • "Diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya."

  4. Lucas 23:34 (En la cruz):

    • "Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen."

  5. Lucas 23:46 (En la cruz):

    • "Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró."

Evangelio de Juan:

  1. Juan 5:17:

    • "Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo."

  2. Juan 5:19:

    • "Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente."

  3. Juan 10:30:

    • "Yo y el Padre uno somos."

  4. Juan 14:6-7:

    • "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto."

  5. Juan 17:1 (Oración sacerdotal):

    • "Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti."

  6. Juan 17:5:

    • "Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese."

  7. Juan 17:11:

    • "Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros."

  8. Juan 17:25-26:

    • "Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos."